viernes, 17 de agosto de 2012


Tango: 
Posibles orígenes del vocablo
 Autor: Diego Luis Cesar Ledesma.


“El Tango es una posibilidad infinita”.
-Leopoldo Marechal-

Introducción

Finalizando el siglo XIX, Argentina era receptor de numerosas etnias que venían en busca de trabajo y una oportunidad de prosperidad. En este contexto, fruto de una mezcla cuatro géneros de la época: el candombe, la habanera, la milonga y fandango, surge un nuevo género artístico musical muy importante: el tango (Vermillón, 2006).

El tango se define como una forma baile argentino de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro, difundido internacionalmente (Real Academia Española, 2001). Esta definición es ampliamente aceptada, sin embargo no existe una única teoría sobre el origen de su nombre.

La palabra tango es anterior al baile y por el año 1803 ya figuraba en el Diccionario de la Real Academia Española como variante de la palabra tángano,  “hueso o piedra que se usaba para el juego de ese mismo nombre”. Recién en la edición de 1889 aparece como segunda acepción del nombre “fiesta y baile de negros y de gente de pueblo en América” (Escalada, 2002; Labraña & Sebastián, 1999).

Algunos historiadores sostienen que Tango en castellano es una voz derivada de tangir, que en español antiguo equivale a tañer, y de tangere, o sea, tocar en latín (Calello, 2004; Dietlin, 2007).

Otros estudiosos de la música ciudadana argumentan que el vocablo es propio de las lenguas africanas, del  idioma kimbundu, que llegaron con los esclavos al Río de la Plata y cuyo significado sería “lugar cerrado” (Dietlin, 2007).

Blas Matamoros afirma que tango es sinónimo de tambo y que ambas son onomatopeyas del tam-tam o candombe utilizado en los bailes negros,  e incluso señala que el pedido para iniciar el baile hecho en dialecto bozal era "tocá tango" o "tocá tambó" (toca el tambor) (Labraña & Sebastián, 1999; Guzmán Urrero Pena, 2007; welcomeargentina.com, 2008; Dietlin, 2007).

Ortiz Oderigo (1978) sostiene que tango deriva directamente de la palabra “Shàngó”, Dios de la tempestad, que se viste con relámpagos y habla con truenos.

Existen también hipótesis que sostienen que proviene del quechua tanpu transformada primero en tampu y luego en tambo por los primeros españoles que colonizaron estas tierras (Escalada; 2002)

Dadas las numerosas teorías acerca del origen de la palabra tango, el presente trabajo tiene como objetivo describir las más difundidas, exponiendo sus fundamentos históricos y proponer la hipótesis de que ha surgido de expresiones similares de diferentes raíces culturales que coincidieron en un lugar y momento histórico dado.

Para esto es necesario primero realizar una reseña historia que nos introduzca en el medio social y temporal en el que el “tango” surge como expresión cultural y poder así mostrar los argumentos históricos que necesitamos para fundamentar nuestra hipótesis.

La sociedad 

Durante el período colonial, las ciudades del territorio del Río de la Plata fueron guiadas hacia un desarrollo con características políticas y culturales netamente europeas. A partir de la Revolución de Mayo, los habitantes del Río de la Plata comienzan a definirse cultural y políticamente desatando una lucha de distintos sectores por el poder. En 1816, con la declaración formal de la independencia, los distintos sectores se organizaron formando dos frentes: liberales y nacionalistas o federales. Estos últimos gobernaron hasta 1852, cuando fueron derrotados en la batalla de Caseros. A partir de ese momento los liberales decidieron detener el avance nacionalista contratando profesores para educar a todos los sectores sociales y someterlos al régimen capitalista europeo (González, 1979).

En el año 1853, se pronuncia en la Constitución Argentina que todos los hombres del mundo que quisieran habitar suelo argentino serían recibidos con agrado y nombrados libres. A pesar de esta afirmación, no se otorgo permiso de inmigración a países africanos dado que su visión del mundo tenía gran influencia europea y los negros no eran considerados hombres (Labraña & Sebastián, 1999).

Durante esos años la inmigración fue masiva y pasó del 9% en 1854 al 37% en 1869. En 1887, más la mitad de la población estaba constituida por inmigrantes y las viviendas pasaron a ser uno de los problemas más importantes. Ocurrió entonces el auge de los conventillos que alojaban a inmigrantes, negros y gauchos compadritos (Labraña & Sebastián, 1999).

Con el correr del tiempo, los inmigrantes empezaron a representar una competencia por las viviendas y los trabajos, y los nativos y los negros comenzaron a recibirlos con desagrado. Esto provoco mucho malestar, melancolía y deseos de regresar a las patrias de origen (Ortiz Oderigo; 1978).

A pesar de ello, estos personajes amontonados en los conventillos realizaron intercambios paulatinos, ocurrieron enamoramientos, hijos y demás, que le dieron al inmigrante motivos para volver a estar felices. Poco a poco se organizaron reuniones y fiestas que mejoraron el estado de ánimo y las ganas de quedarse y luchar contra la adversidad. A nivel musical, esta mezcla dio lugar a la participación de diversos instrumentos en ritmos a los que no pertenecían (Labraña & Sebastián, 1999). En este contexto, es fácil imaginar una Buenos Aires con un sol a punto de ocultarse y un par de inmigrantes, agotados de tanto trabajar y con una gran carga de nostalgia, tocando sus instrumentos para que ellos y sus vecinos escuchen y se sientan motivados a intercambiar y compartir momentos de ocio y así entre todos olvidar sus penas y maltratos.

 “Bromas cantadas y parejas tratando de imitarse y formar un nuevo baile, y músicos creando sonidos y ritmos afines a sus propios ritmos pero incorporando partes de otros. Nace así el tango, enmarcado al principio por la marginalidad y el falso concepto de ser “solo cosa de prostitutas y ladrones”. (Labraña & Sebastián; 1999)

El tango en los conventillos (síntesis basada en el texto de Labraña & Sebastián, 1999)

El tango como forma musical es de origen muy antiguo, de los pueblos negros de África, y se nutre de algunas coplas europeas, cubanas y criollas. Pero el tango como danza es americano y se dio tiempo después de aparecida la música (Dietlin, 2007; Labraña & Sebastián, 1999; UNESCO, 1993)

Era la forma de bailar de negros, blancos, y mulatos oriundos de los “barrios del tambor”, danzas como la habanera o  otras derivadas de la contradanza...” (Labraña & Sebastián, 1999).

Finalizando el siglo XVIII, los negros rioplatenses formaban parte activa de las celebraciones de la iglesia católica y era común verlos acompañando las procesiones ofreciendo sus ritmos e instrumentos a la vez que su fe por la religión. Con la firma del decreto de igualdad sancionado por la Asamblea General Constituyente en 1813, pudieron agruparse en sociedades que llevaban el nombre del lugar de donde eran originarios (banguelas, congos, engolas). Estas agrupaciones funcionaban como sociedades de ayuda mutua y se agrupaban en barrios denominados “barrios del tambor” haciendo mención a los instrumentos que tocaban y cuidaban todo el tiempo. Además, contaban con el agrado y a protección del estado, ya que su libertad la habían ganado a fuerza de luchar hombro a hombro como soldados en la batallas por la revolución. Los carnavales de la federación eran una fiesta muy importante en    todo el estado y el mismo General J. M. de Rosas, acompañado por su hijita manuelita, se sentaban al costado del trono del rey momo (rey negro del carnaval).

En la batalla de Caseros de 1852, Rosas fue derrotado y los negros se quedaron sin protección, debiendo refugiarse en los “barrios del tambor” y los carnavales comienzan a decaer. La juventud unitaria que se negaban a perder esta fiesta, idea “la comparsa de la sociedad de los negros”, que aparece por la calles de la ciudad como un grupo muy colorido y alegre. Esta comparsa hizo furor en los carnavales de 1866, incorporando en sus filas a los jóvenes mas destacados de Buenos Aires. Al año siguiente, días después de los carnavales porteños, los negros abandonan su barrio y recorren la ciudad al ritmo de su tam- tam. Este hecho fue publicado por el diario La Tribuna como un acontecimiento muy singular, comentando los detalles de un entierro congo: “un gran número de negras andrajosas rompían la marcha del muerto bailando al son de ritmos negros que poco se conocían, mas atrás un grumo numeroso de negros con grandes galeras y mayor porte, los cuales paraban y realizaban bailes tradicionales en cada esquina que transitaban dejando el féretro sobre dos sillas”.

Para ese tiempo los negros que se habían recluido en viejas mansiones de San Telmo y Montserrat, compartían su techo con los inmigrantes que llegaban de Europa y con otra casta desgraciada, los compadres. Estos eran argentinos de tercera, cuarta y hasta quinta generación, ex combatientes o hijos de gauchos que huían a la ciudad en busca de trabajo. Los compadres tenían su propio género preferido: La Milonga de raíz  española pero reelaborada por ellos al tomarla como propia.

En estos barrios, en pleno siglo XIX, se gesta una nueva cultura popular. La juventud, que ya no observa a los gauchos de la campaña sino que tiene como parámetros a los negros, toman las guitarras e instrumentos y aceleran los ritmos de la milonga acercándola al candombe. A esto se suma que en esos tiempos se daba en Cuba el nacimiento de una danza llamada habanera, que llega a España en 1840 y en 1849, regresa a América y al llegar a Buenos Aires toma fuerza y se populariza. Por su parte, los inmigrantes y los demás habitantes de los conventillos le otorgaron a este nuevo fenómeno aires de nostalgia y desazón, y así el tango fue adquiriendo ese gustito tan característico que posee hoy en día.

Los milongueros de los “barrios del tambor” eran famosos al bailar porque sin perder el compás con su forma tan especial de bailar, jugaban o competían improvisando pasos y movimientos. Estos cortes y quebradas realizadas por los bailarines eran el delirio del público que observaba admirado. Fue así como los bailarines comenzaron a adquirir habilidad para improvisar, las mujeres dejándose llevar por el hombre y el hombre inventando pasos y figuras a la vez que guiaban a la mujer en el baile. A esta forma de baile improvisada se le reconocieron dos peculiaridades que daban personalidad a la misma, un era que los pies y manos desentendían su armonía natural y cada parte era usada disociada del resto y que los movimientos de los bailarines no acompañaban a la métrica o al ritmo sino que a la melodía, dejándose llevar por las mismas en la improvisación. Fue esta nueva tendencia lo que obligó a los músicos a adecuar el ritmo a esa nueva coreografía, que ahora se conoce como tango.

Teorías sobre el origen del vocablo tango

·      Origen americano

La primer teoría que voy a exponer es la que sostiene que el origen del vocablo tango provine de la lengua quechua tanpu (Escalada, 2002; Arribas, 2008).

Escalada (2002) sostiene que en las culturas precolombinas incaicas y quechua existía una palabra que significaba “lugar de encuentro para personas”: tanpu, que los españoles modificaron en dos oportunidades con el fin de adaptarla al castellano. En primer lugar cambia de tanpu a tampu, sin cambiar su significado pero si la forma en la que se utiliza. Este cambio le otorga un tono más despectivo, es decir, asociándolo a reunión de personas de muy baja escala social.

A partir de otro intento de adaptar el vocablo a la lengua española, y posiblemente derivado del uso de la fonología del quechua que sustituye a la letra “p” por “b” (Alderetes, 1997), vuelve a modificarse para convertirse en tambo, y así es como difunde en los escritos de la época.

Mas adelante, los términos tango y tambo son considerados como sinónimos en distintos documentos. Esta sinonimia no se trata de un error sino que se encuentra vinculada también a una cuestión fonética: la “b” es una consonante labial sonora y la “g” es una consonante gutural sonora que muchas veces se intercambian cuando las siguen las vocales “o” o “u”, por ejemplo: agujero y abujero; abuelo y agüelo; volver y golver. En nuestro caso tambo y tango también intercambiaron las suyas.

Por último, se toma a tango como nombre de un baile y un estilo musical de moda, y tambo como el burdel o casa de mala reputación.

En otras palabras y basándose en diferentes escritos de la época, el vocablo que nace como tanpu y hace referencia al lugar donde se reunían los individuos, soldados y trabajadores a descansar, se modifica por los españoles a tampu, luego a tambo y finalmente surge tango.

Tanpu > Tampu > Tambo > Tango

Al desaparecer las aguas del Diluvio, de un lugar llamado Pakari-Tampu (Posada del Amanecer), a 29 kilómetros del sudeste del Cusco, de la abertura central de un edificio en la colina llamada Tampu-Tocco (Posada con Nicho), salieron cuatro hermanos llamados Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Ucho y Ayar Aucca...” “...Asustados los fratricidas huyen a Tampu Yuiso, donde tratan de fundar una ciudad...”
Felipe Cossio del Pomar. 1969. El mundo de los Incas. Cáp.: Orígenes del Imperio. Fac.Cs.Econ. México. pág. 17 y ss.

Rosas convocó a todos los tambos, sin quedar uno, y les entregó la plaza de la Victoria para que celebraran allí sus cánticos salvajes, con tamboriles, platillos y gritería, en la que se reunieron unos seis mil individuos
V. F. López. “la famosa saturnal del 25 de mayo de 1836” (UNESCO, 1993)

“Sobre Tambos bailes de Negros (...) ‘Que respecto a que los bailes de negros son por todos motivos perjudiciales, se prohíban absolutamente dentro y fuera de la Ciudad, y se imponga al que contravenga el castigo de un mes a las obras públicas”.
Resolución del gobernador Francisco Javier Elío cuando convoca al Cabildo el 26 de septiembre de 1807, Montevideo. (UNESCO, 1993)

“Se prohíben dentro de la Ciudad los bayles conocidos por el nombre de Tangos, y sólo se permiten á extramuros en las tardes de los días de fiesta, hasta puesto el Sol; en los quales, ni en ningún otro día podrán los Negros llevar armas, palo ó macana, so pena de sufrir ocho días de prisión en la limpieza de la Ciudadela”.
Oscar D. Montaño. 2001 “Yeninyanya: Historia de los afrouruguayos”, Montevideo. pág. 28 (UNESCO, 1993)

·      Origen africano

La segunda teoría que expondré es la que promueve a tango como voz surgida de una mala pronunciación española del vocablo Shángò (Ortiz Oderigo, 1978)

La mayoría de los negros traídos a la fuerza al Río de la Plata eran devotos de la religión africana yoruba, en la que “Shángò” es el nombre del rey, uno de los orishas (santos) más importantes. Frases como “toca tambo” se vinculan con este vocablo ya que “Shángò” recibía sus suplicas y plegarias acompañadas por toques y ritmos percutidos en un tambor llamado tambor “bata”. (Cuba Yoruba, 2007).

Cuando el negro pone en práctica sus costumbres religiosas, realiza cánticos como “toca tambo”, “toca shángò” acompañados por tambores. Así despierta interés en los demás personajes de su misma escala social baja (inmigrantes europeos y gauchos compadritos) y se inician los cruces culturales. Los europeos tratan de adaptar estas lenguas al español dado que no son capaces de pronunciar correctamente el nombre shángò a raíz de su acentuación aguda y grabe en la misma palabra.

Otro detalle es sostiene esta teoría es que la letra “s” no suena como la “ch” francesa sino que mas bien a la “sh” inglesa. Es decir, en castellano suena como una “s” muy silbada, lo que ayuda a que el cambio de shángò a tango haya sido muy sencillo.

Existen otras teorías que atribuyen un origen africano al vocablo tango. Algunas afirman que derivaría de tang, que en una de las lenguas habladas en el continente negro significa “palpar, tocar y acercarse”. En el oeste de África  la palabra tambo  es una celebración o fiesta. En idioma kimbundu, mtango significa “lugar cerrado, círculo, coto”. Entre los bantúes, hay dos idiomas que se denominan tanga y tangui. Por otra parte, entre las lenguas sudanoguineanas figura la tangalé y en el idioma Ihibio, tamgu que significa: tambor y bailar (Dietlin, 2007).

Para muchos historiadores el origen africano de la palabra tango, vinculado a terminología propia de los negros que integraban las clases sociales más bajas de la época y residían en conventillos y burdeles, explica la sostenida creencia de que el tango es origen marginal o prostibulario (Dietlin, 2007).

·      Origen europeo

La tercera hipótesis fuerte que se puede encontrar es la que sostiene que tango en castellano es una voz derivada de tangir, que en español antiguo equivale a “tañer”, y de tangere, que significa “tocar” en latín (Calello, 2004).

Para esta teoría el vocablo tango provendría de la conjugación del verbo latino tangere en la primera persona del singular del presente indicativo: tango, tangis, tangere, tengi, tactum. Cabe aquí señalar que tangere es “tocar” en el sentido de palpar y no en el de tañer.

La incorporación de la palabra tango asociada a la reunión de los negros bozales para bailar al son del tambor, estaría vinculada a la incorporación de este término a la lengua de los esclavos en algún itinerario de su cautiverio, con América como destino final. Para ese entonces, existen documentos que muestran que la palabra tango ya era utilizada en las Islas Canarias como nombre de una danza.

Sumado a esto, el baile andaluz tango de origen afrocubano, irrumpe América en la segunda mitad del siglo XIX. Surge entonces el nombre al baile porteño que hasta entonces se trataba de una forma diferente de bailar las danzas populares – polca, milonga, cuadrilla – con imitación de los quiebres propios del candombe, y que comienza a llamarse tango con la influencia del baile andaluz.

Tango: una comunión de las culturas

Todas las teorías expuestas acerca del origen del vocablo tango tienen, en mi opinión, fundamentos históricos y lingüísticos suficientes para ser consideradas reales o posibles explicaciones. Además contribuyen a la idea de que este término, como nombre propio del baile y todo lo que hace a su movimiento cultural en Argentina, tiene raíces tan diversas como las que tuvo el país en su origen.

Esto me permite proponer que el tango tiene un origen semejante al del pueblo argentino, un pueblo originado de la mezcla o combinación de muchas culturas, tanto americanas, como europeas y africanas.

El estudio del origen del vocablo tango ofrece la posibilidad clara de entender como se formo nuestro país, así como permite detectar coincidencias en los vocabularios de distintas culturas, relacionadas a veces con sus significados y otras con su fonética.

El tango nació como un producto de las clases bajas de principio del siglo XIX, que congregados en conventillos dentro de los “barrios del tambor”, combinaron sus sentimientos, idiosincrasia,  ritos,  bailes, músicas,  lenguas originando una nueva cultura propia, que representa hoy en día al país como uno de los pilares culturales mas importante.

Bibliografía

Aribas, J. M. L. 2008. Tango - Un periplo etimológico del altiplano al arrabal. Rinconete- Lenguas- Etimologías. (http://cvc.cervantes.es/ el_rinconete/anteriores/septiembre_08/12092008_01.asp)

Calello, T. 2004. Influencia hispánica en la génesis del tango. Cuadernos hispanoamericanos - Nº 651-652.

Cuba Yoruba. 2008. Religión Yoruba – La santería o regla de Osha-ifa. (http://cubayoruba.blogspot.com/2007/01/shango.html)

Dietlin, F. 2007. Origen de la Palabra Tango. Pro Tango Perú. (http://www.protangoperu.com/investigacion/origen.html)

Escalada, O. 2002. Investigación sobre la etimología de la voz TANGO y su evolución. Bachillerato de Bellas Artes, Universidad Nacional de la Plata. 18 pp.

González, J. V. 1979. El juicio del siglo. Buenos Aires.

Guzmán Urrero Pena. 2007. El origen de las palabras - Origen y uso de la palabra tango. (http://www.guzmanurrero.es/index.php/Literatura/Origen-y-uso-de-la-palabra-tango.htm)

Labraña, L. & Sebastián, A. 1999. “Tango una historia”. Ed: Corregidor. Buenos Aires. 190 pp.

Ortiz Oderigo, N. 1978. “Aspectos de la cultura africana en el Río de la Plata. Buenos Aires.

Real Academia Española. 2001. Diccionario de la Lengua Española. 22ª Edición. (http://buscon.rae.es/draeI/)

UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). 1993. La ruta del esclavo en el Río de la Plata: su historia y sus consecuencias. Memorias del Simposio. Montevideo, Uruguay. 304 pp.

Vermillón, L. 2006. Historia del tango. Ensayo.  (http://historia.mforos.com/1007872/465150-historia-del-tango)

Welcomeargentina.com. 2008. Historia del tango: sus orígenes. (http://www.welcomeargentina.com/tango/historia.html)

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